De alguna manera Jungkook había convencido a Jimin para que vayan a la casa del alfa a pasar lo que restaba del día y la noche.

El omega, luego de lo sucedido, había estado sentado mirando fijo un punto. Jungkook tuvo a Junseo en sus brazos durante toda la mañana. El pequeño temblaba y sollozaba contra el cuello de su papá.

—Vamos, pasen.

Jungkook abrió la puerta y dejó que los dos omegas entraran. El aroma del hogar de Jeon envolvió a Jimin y Junseo.

—Papi, tengo mucho sueño.

—Bien Jun. Voy a llevarte a la habitación para que puedas dormir.

El pequeño limpió algunas lágrimas que todavía salían de sus ojos y salió corriendo hacia las habitaciones. Estiró su bracito para que Jungkook pudiera agarrar su mano y subir juntos las escaleras. Así lo hicieron.

Después de haberle puesto el pijama al niño y dejarlo durmiendo tranquilo en su cama, Jungkook bajó las escaleras y se dirigió hacia Jimin, quien estaba sentado en una silla al lado de la mesa. El alfa quiso darle un beso, sin embargo Jimin movió su cabeza, haciendo que los labios de Jungkook quedaran pegados en su mejilla.

—¿Qué pasa, Jim?

—Nada, Jungkook.

—¿Nada? —se sentó frente al omega, agarrando entre sus manos el cabello del rizado.

—Absolutamente nada. Solo que mi hijo y yo fuimos atacados por mi ex novio, vengo a tu casa, que es el único lugar en el mundo que me hace sentir bien, y hay demasiado olor a una omega embarazada y a un niño.

Jimin cruzó sus brazos sobre su pecho y clavó sus ojos verdes —que contenían algunas lágrimas— en una esquina de la habitación.

Jungkook solo lo miraba fijo. Sabía que el omega estaba dañado y no quería decir o hacer algo que hiciese que explotara.

—Piensas que tengo una omega e hijos —aclaró Jungkook.

Jimin solo asintió.

—N-No importa de todos modos —limpió sus ojos—. No soy tu omega. Me estoy portando como un tonto.

—Es normal.

—No es normal sentir celos de un alfa que no está conmigo.

—Jimin —agarró suavemente el mentón del ojiverde—. Literalmente tu hijo me dice papá. Me llama así porque paso todos los días en tu casa, me llama así porque sabe que los quiero a los dos. Entiendo que necesites algo más formal, pero que nunca te haya pedido que seas mi novio no significa que salgo con otros omegas. No lo hago, y mucho menos tengo una familia con alguien más.

—Olías a alguien más. A otra omega y y-yo... —Jimin sollozó, haciéndose más chiquito contra el respaldo de la silla.

—Oh, mi príncipe. Ven aquí —Jungkook tiró del brazo de Jimin hasta sentarlo en su regazo—. Tengo una hermana llamada Jiwoo, la cual está muy embarazada, además tengo un hermoso sobrino de seis años. Se quedaron en mi casa.

Jimin presionó su rostro contra el cuello del castaño y Jungkook enredó sus brazos en la cintura del contrario.

—¿Vas a salir de tu escondite? —el omega negó con su cabeza—. ¿Por qué?

"Me da vergüenza", fue murmurado contra el cuello del alfa. Jungkook rio y acarició el rostro de Jimin.

—Lo siento —Jimin habló una vez que separó su rostro.

—Te lo repito: es normal.

—No importa si es normal o no. Es una falta de respeto hacia ti plantearte esas cosas, si tú quieres ser infiel no tendría que importarme porque pu-puedes hacer lo que quieras.

—¿De qué estás hablando, Jimin?

—Que puedes serme infiel.

—Poder, puede todo el mundo. El hecho es que no quiero estar con otros omegas. No tendrías que darle a nadie el permiso a lastimarte. Deja eso, ¿por qué lo haces?

Jimin levantó sus hombros, tratando de dar a entender que no lo sabía.

—Él te era infiel, ¿verdad?

—Si... pero nunca me importó. Él no me importaba.

—Te hizo cosas tan malas, bebé. Hay tantas cosas que no tendrías que tener naturalizadas.

—¿Cómo cuales, Kook?

—Como tenerle miedo a tu alfa, tener miedo a que explote. Eres un omega tan dulce. Eres un chico asombroso, no hay un hueso de maldad en ti. Eres la persona que menos se merece pasar por eso.

—Gracias, alfa.

—Por las mañanas te levantas muy temprano y haces el desayuno, un desayuno completo. Pero lo haces rápido, pretendes hacerlo antes de que yo despierte.

—Siwon se enojaba muchísimo si su desayuno no estaba listo lo más temprano posible.

—¿Y qué pasa con los pijamas?

—¿Qué?

—Jamás te he visto en pijamas, ni siquiera duermes en uno. Estás todo el tiempo bien cambiado y oliendo a perfume, jamás dejas que tu olor natural se sienta.

—Oh... no le gustaban los pijamas, me decía que tenía que dormir desnudo. Y yo lo hacía. También decía que tenía que verme lindo por eso no me visto con ropa deportiva o de ese estilo —suspiró—. El perfume es porque mi olor natural no es rico, es muy fuerte.

—A mi me encanta. No hay nada mejor en el mundo que el olor del omega que quieres, ¿sabías eso?

—No lo sabía.

—Usar o no perfume o ropa cómoda es tu decisión. Pero no lo hagas porque crees que es lo correcto, hazlo porque quieres.

—Si uso ropa ancha y fea, ¿aún te voy a gustar?

—No te tiene que importar eso, amor. Lo haces por ti, no por mi. Tú me gustas con un esmoquin, me gustas con joggings y una remera enorme, me gustas de todas las formas.

—Eres un alfa tan bueno. Gracias por ser así conmigo y Junseo.

—Si quieres agradecerme puedes darme un beso.

Los brazos de Jimin rodearon el cuello de Jungkook y fue dejando algunos besos en sus clavículas hasta llegar a la cara del castaño; dio besitos en sus párpados, mejillas, frente, nariz y finalmente apoyó sus labios en los del alfa.

Estuvieron varios minutos así. El omega sentando sobre el ojiazul, dándose besos y palabras susurradas entre cada choque de sus bocas.

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—¡Buen día, papi! —Junseo saltó de su silla para abrazar a Jungkook.

—Buen día, precioso.

—Mami y yo hicimos yom-lom —frunció su ceño tratando de decir la palabra que, para su vocabulario, era muy difícil—. Em, masa con j-jarabe, papá.

—¿Masa con jarabe?

—Son hot cakes. Al parecer nuestro hijo aún no pronuncia bien algunas palabras.

—Masa con jarabe fue la mejor manera de describirlo. Felicitaciones, pequeño —chocó los cinco con Junseo.

—Toma.

Dejó el plato de comida frente a Jungkook, los omegas ya habían comido así que solo estaban sentados en la mesa. Junseo estaba dibujando y Jimin ojeaba una revista de moda.

—¿Te gusta? —Jungkook preguntó al ver como los ojos del omega brillaban viendo la parte de "accesorios y complementos", específicamente el omega estaba viendo una cartera color blanco con detalles azules.

—Es una tontería.

Puso la revista sobre la mesa y el alfa discretamente la guardó en su maletín.

—Me tengo que ir. Se me hace tarde para el trabajo.

—Bien, amor. Ten un buen día.

Jungkook se acercó a Jimin y dejó tres besos cortitos en su boca, el omega sonrió entre besos.

—Gracias por el desayuno, cielo.

Luego, se acercó a Junseo halagando "¡lo buen artista que es mi hijo!". Dejó un beso en la coronilla del niño susurrándole un "te amo". Finalmente salió de la casa.

Jimin y Junseo pasaron toda la tarde jugando y saliendo a pasear por el parque.

—¡Mami, mami! Mira —señaló hacia un basurero.

—¿Qué hay?

Al momento de acercarse y verlo, el niño soltó un chillido y apretó la mano de Jimin.